Experiencias al presentar un examen.
- comunicologosteam
- 21 nov 2017
- 5 Min. de lectura

Es cierto que al presentar un examen todos podemos sentirnos presionados y tristes, el cual fue mi caso.
Al saber que presentaría un examen me sentí demasiado afligida, ya que siempre me pongo nerviosa y tiendo a presionarme más de lo normal al contestar el examen.
Me mentalicé a que estudiaría toda una semana antes de la prueba, pero lo olvidé. Realmente olvidé que tenía que estudiar bastante pues era todo un bloque, 5 capítulos para ser exactos. Un día antes del examen decidí "estudiar", pretendía hacer notas y tal, se me hizo muy pesado hacerlo y por lo tanto no lo hice. Toda la tarde previa al examen, perdí el tiempo en muchísimas cosas. Ya al declinar la noche se me ocurrió hacer una presentación en PowerPoint con las teorías, al terminarlo y sentirme satisfecha con eso, me dispuse a dormir.
En la mañana siguiente al entrar al salón de clases, todos mis compañeros estaban muy angustiados y releían sus notas, yo sólo saqué mi celular y leí mi presentación varias veces.
Al momento en el que presentábamos el examen volví a sentir angustia porque siendo sinceros no había estudiado lo suficiente. Pero en el momento que dieron la indicaciones todo ese malestar se esfumo, pude responder muy bien mí examen.
En el momento que entregue mi examen me sentí bastante satisfecha con mis respuestas, ya que puse toda mi confianza en ello.
- Arcelia Cota.
Puedo decir sinceramente que a mí nunca me han gustado los exámenes, de hecho, desde que la profesora aviso que tendríamos que realizar un examen me sentí inconforme con el método de evaluación.
La profesora recomendó hacer una guía de estudio, para tener más probabilidades de mejor calificación. Me puse a leer los 5 capítulos que no habíamos leído en clase, subrayando lo que considero más importantes junto a los presupuestos y conceptos clave.
El día del examen, aun cuando repace los 5 capítulos, no podía evitar el sentirme nervioso por ese examen, hasta que llegó la hora y justo como sospechaba, el examen era de preguntas abiertas, con hojas de nuestra libreta, algo que no me agrada mucho, en cuanto me puse a hacer el examen ocurrió lo inevitable, no podía memorizar todos los capítulos que había leído con anterioridad, era como tener un bloqueo para tratar de recordar lo estudiado, a veces cuando los exámenes llegan con mucha información, todo lo que había repasado con anterioridad se mezcla y confunde a la hora de responder.
No me gustan los exámenes, sobre todo, los de preguntas abiertas, los considero como una prueba de memoria, no de habilidades y capacidades que has obtenido durante el curso, la importancia que se le dio a cada capítulo tuvo mucho que ver, tan solo logre recordar 3 capítulos que resultaron ser de mi interés.
Por último, solo puedo decir que conteste el examen en base a lo que leí, lo que pude recordar, y fue un tiempo de desagrado y estrés, no solo para mí, también pude notar la preocupación y estrés de mis compañeros, pero, cabe aclarar que es mi opinión sobre los exámenes, aun estudiando y repasando para prepararse, no se puede memorizar toda la información sobre 5 capítulos, sencillamente los exámenes no son para todo el mundo.
- David Ro.
Mi estado al ser anunciado el examen fue de bastante sorpresa, pues en los semestres anteriores no habíamos realizado ningún examen con la profesora Martha y creía que este no sería diferente a los demás o que los exámenes simplemente no entraban dentro de la forma de trabajo de la profesora. Estaba bastante nerviosa ya que la guía era algo larga y la mayoría era información para memorizar, cosa que se me complica bastante. Debía buscar una forma de estudiar y que esto resultara. Empecé haciendo notas de los puntos que vendrían en el examen, pero la letra y la estructura en la que lo estaba haciendo no me convencía (esto tenía que verse atractivo porque soy muy visual). Después de varios intentos en rescribir la guía, opté por sólo subrayar la información de las copias con los temas y puntos que habíamos visto y que vendrían en el examen, esto lo hice con un color llamativo, apoyándome también con los apuntes de algunas de mis compañeras. En los últimos días que quedaban para la aplicación del examen, mis compañeros y yo nos reuníamos para realizar otras tareas y aprovechabamos los ratos libres para estudiar estudiar un poco en forma de plática. En el día del examen aproveche la primera hora libre de clases para repasar mi guía. ¡Gracias teacher! Al llegar la hora de la clase, y al ver a la profesora entrar al salón, los nervios me invadieron, haciendo que la información que había estudiado se me fuera olvidando poco a poco, Pero conforme la profesora daba instrucciones y al ver que éstas eran sencillas, me calmé un poco. No logré terminar el examen los últimos puntos se me complicaron un poco ya que algunas de las teorías no las había entendido del todo y mis nervios volvieron al pensar en mi calificación. Cuando la profesora nos menciona la forma de calificar nuestro trabajo lo primero que pensé fue "¿y si alguno de mis compañeros hace trampa?" "Yo no podría ni aunque quisiera" pero estaba segura de que mis errores con este examen, fue no darle el tiempo suficiente para entender la información y no sólo aprenderla. Esto me sirvió de experiencia de la cual aprendí a darle tiempo a mis trabajos y que aplicaré en el futuro.
-Teresita A.T.-
Cuando supe lo del examen lo único que podía pensar era en que los capítulos a estudiar eran demasiados y que no sabría si podría estudiar todo eso. No estaba segura de mi misma y los pensamientos negativos abarcaban mi mente en su totalidad. Nunca habíamos hecho un examen en su clase y no sabía la manera en que evaluaba o más bien en qué tan difíciles eran. A pesar de que estaba muy nerviosa por esto no le di mucha importancia al principio, tenía muchas tareas y siempre decía que estudiaba luego.
Asi se me pasaron los días hasta que ya estábamos a nada de presentarlo. No hice una guia de estudio como tal, sino que mas bien tenia apuntes en mi celular asi sabria que podria estudiar en cualquier momento. El dia del examen estaba muy nerviosa, mis compañeros hablaban y hablaban sobre lo difícil que estaría y que no habían aprendido nada. Yo estaba muy cansada y escucharlos decir esas cosas solo me ponían peor. Cuando llegó la hora y se nos entregó el examen me tranquilice ya que no era nada del otro mundo pero aun así conforme pasó el tiempo los nervios volvieron y comenzó a dolerme mucho la cabeza, supongo que estaba estresada.
Al final no me fue tan mal, creo que hasta tuve suerte. Para la próxima ya se que no debo dejar todo para último momento y tampoco desvelarse una noche antes, tal vez por eso tambien me senti tan mal.
- Gabriela Lopez Severino.
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